Discipulado...

Discipulado es un privilegio que el Señor Jesús ofrece a cualquiera que le quiera seguir. No tiene ni posición ni prestigios. Ni promete salud ni riquezas. Demanda mucho del seguidor.

Discipulado fue la idea de Jesús. Sus condiciones son muy simples: "Sígueme". Seguir implica hacer lo que el hizo, ir adonde el fue y escuchar lo que el dijo. El continua ofreciendo su oferta hoy. Aúnque la naturaleza del seguir es diferente, los términos de contratación son los mismos.

Escojer seguirle tiene un costo. Posiblemente no tiene nada que ver con dinero. Pero puede tomar todo el dinero que usted tiene. El costo siempre se medirá en aquello que usted atesora mas. Pero usted nunca será forzado a pagar. El sólo le pide de usted que obedezca

El Dicipulado es siempre una elección. Envuelve someter la voluntad de uno la voluntad de otro. Esta es una sumisión voluntaria. Alguien que tiene algo que aprender se somete a alguien que tiene algo que enseñar. Si usted lo escoge usted puede salir en cualquier momento que usted quiera. Pero usted se dará cuenta, como Pedro, que Jesús es el único que tiene palabras de vida eterna.

El Discipulado viene de la palabra raíz disciplina. Disciplina implica hacer aquello que usted de otra manera no haría. Es la mente controla el hacer. Es el corazón que controla mente.

El Discipulado tiene como meta la transformación de un espíritu libre autosuficiente a un siervo que glorifique a Dios. Precura levantar la visión de una persona del reino del ordinario a la esfera del sobrenatural.

Discipulado es acerca de relación. Un discípulo se relaciona en dos dimensiones. El se relaciona con Dios como su Maestro. El se relaciona también a personas como un sierviente. En ambas relaciones, el discipulo es siempre el deudor. El le debe la reverencia al Altísimo Dios. El debe su ayuda a cualquiera que la necesite. Su modelo en servir es Jesús mismo. Cosidere…

Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para sevir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Marcos 10:45)

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, otmando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la meurte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:5-11)

Así que, allí lo tiene. Una invitación para ser un discípulo del Señor Jesucristo. Si eso es su deseo, póngse cómodo en los estudio y materiales de este sitio.